Rosas y Encajes - Capitulo I: La Noticia


Hola queridos lectores. A continuación les presento mi primera novela publicada en Whattpad, pero decidí también compartirla en mi blog. Espero sus comentarios a medida que publique los capítulos. Les confieso que solo escribí y revisé una vez así que es posible que encuentren errores. Si quieren comentarlos serán bien recibidos dentro de las normas del decoro y las buenas costumbres jajajaja.
Bueno dejo de escribir tonterias y les presento a Rosas y Engajes.

Rosas y Encajes - Capitulo I: La Noticia

Mi día empezó como todos los días. Levantarme a las 6 a.m., ir a mis clases de pilates, regresar a casa, desayuno, ducha, vestirme y tomar el subterráneo hasta la estación Shepherd´s Bush, comprar el diario, un café y dirigirme al Centro Comercial a abrir mi tienda.
Mi tienda era un sueño hecho realidad, bueno, era nuestro sueño hecho realidad. Claudia, mi socia y una de mis mejores amigas nos habíamos matado por casi cuatro años para tener parte del capital y solicitar el crédito. Nuestro sacrificio rindió frutos, ya teníamos un año en el negocio y nos iba tan bien que quizá en un año más podríamos abrir otra tienda.
Mientras abría las puertas Nathalie, la encargada llegaba detrás de mí.
—Buen día Anna, ¿Cómo amaneces?
—Hola Nathalie, muy bien gracias ¿Y tú?
—Todo bien, todo bien.
—¿Ayer lograste hacer todo lo que tenías que hacer en el depósito?
—Sí, también Laura me ayudó a etiquetar la nueva mercancía. Te digo algo Anna —Nathalie puso su rostro de puritana escandalizada— esa ropa que Claudia ordenó pareciera para prácticas sado-masoquistas.
Solté una carcajada tan fuerte que casi boté mi café antes de ponerlo en el mostrador —Quizá abramos un espacio para esas prácticas —reí otra vez.
—A Claudia le encantaría —murmuró disgustada.
Sacudí mi cabeza todavía riendo. Claudia y Nathalie tenían una extraña relación amor-odio, pero eran tan buenas trabajando juntas que parecía que hubiesen trabajando toda su vida una con la otra. Además yo sabía que no podían estar separadas por más de un día.
Abrí mi oficina y me dispuse a encender la computadora mientras saboreaba mi café y leía las noticias del día, en el orden en que lo hacía todos los días. Economía, política, cultura, una ojeada a los deportes y unos buenos 15 minutos en espectáculos.
¿Por qué? Leía tan minuciosamente las noticias de espectáculo? Pues nada más y nada menos que por Thomas Hamilton.
Un actor. 
Él fue la razón que nos unió a Claudia y a mí. Ella y yo nos encontramos en el kiosco donde todos los días compraba mi diario cuando vi a Thomas en la portada de una revista. Yo tomé una, ella tomó la otra y las dos estuvimos por 45 minutos hablando y soñando con Thomas. A partir de ahí surgió una gran amistad. Solo por eso, debería amar más al Sr. Hamilton.
Aunque yo era gran fan y creía estar enamorada como una adolescente a mis 28 años, Claudia a sus 30 estaba segura de estar enamorada de él. Decía que era inútil involucrarse en cualquier relación sentimental cuando su corazón pertenecía a un solo hombre –que jamás conocería– así que solo se limitaba a salir con hombres y a pasar buenos ratos.
Ese pensamiento también mantenía a su terapeuta bastante cómoda económicamente.
Mientras leía mi parte favorita del diario encontré una nota de prensa.

Fanáticas de Thomas Hamilton
Estén preparadas…
El Sr. Hamilton podrá ser suyo por una noche

Mis ojos se abrieron como platos, intenté buscar más información pero eso fue lo único que encontré.
Dos segundos después el teléfono de mi oficina sonó y un grito de desesperación interrumpió mi silencio. Un grito que me hubiese asustado de no saber de quien venía y por qué.
—¿Qué demonios quieren decir con que mi Thomas podría ser nuestro? ¿Por qué no colocan más información? ¿A quién tengo que matar? ¿Por qué lo tengo que compartir? ¿Anna, estás ahí?
—Sí, solo estaba esperando a que te quedaras sin aliento para poder hablar.
—Ja, ja —Claudia lanzó su risa irónica— sabes que puedo hablar sin respirar eso y más, y más aún cuando se trata de mi Thomas.
—No lo dudo.
—En serio Anna ¿Qué tengo que hacer para pasar una noche con él?
—Claudia a veces puedes ser muy inocente ¿No te has puesto a pensar que quizá es una promoción de su nueva película o quizá van a rifar unos DVD? ¡Que se yo!
—Lo que sea, no me importa, lo quiero.
—¿Podemos dejar la conversación de adolescentes y hablar de cosas de gente adulta?
—No me da la gana —respondió mi socia como una niña malcriada, yo solo hice silencio para esperar que pasara el huracán de amor por Thomas y se tranquilizara —esta bieeeeen —me dijo resignada— tengo que ir al banco a buscar un estado de cuenta que perdí –que raro– y luego voy a la tienda, tenemos que discutir el contrato con la nueva diseñadora. Sus modelos me encantan. Dame par de horas y estaré allá.
—Ok, apresúrate, recuerda que tengo que ir a media mañana a llevarle algo de ropa que le compré a mamá.
Colgué el teléfono y abrí mis correos, tenía cinco propuestas de nuevos diseñadores y cualquier cantidad de correos solicitando información.
Rosas y Encajes ahora era una tienda cotizada, nuestra imagen no era la imagen normal de una tienda de lingerie. No era una imagen tierna pero tampoco agresiva aunque nuestras prendas eran bastante sugestivas no aptas para mentes cerradas, pero también se podían encontrar prendas clásicas.
Nuestro local estaba separado por colores que daban la sensación de haber entrado en un lugar diferente a medida que la gente se paseaba por ella. También ofrecíamos “ideas de seducción”, tips para asesorar a nuestras clientes cuando y como usar nuestras prendas y el servicio de desfiles privados.
Mujeres, en su mayoría con mucho dinero, nos contrataban y realizábamos desfiles de ropa interior en sus casas. Contratábamos modelos y decorábamos las salas como una pasarela ahí las mujeres y sus amigas podían admirar nuestras colecciones en la comodidad ¬–y discreción– de su hogar.
En un abrir y cerrar de ojos se pasaron 3 horas, solo me di cuenta cuando Claudia llegó con su café en la mano.
—Vamos lárgate —me dijo mientras colocaba unas carpetas en su escritorio.
—Dame mi abrazo y me voy.
—Eres un tonta —me dijo abrazándome— ¿Cómo estás? ¿Seguro que estarás bien con la visita a tu madre?
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, en mi cabeza estaba segura pero todavía tenía que controlar mis emociones y respetar la decisión de mi madre. Asentí.
—Si necesitas algo, cualquier cosa Anna, solo avísame.
Me sacudí la tristeza —No, no, estoy bien, además es su decisión y la admiro por eso.
—Yo también, Alicia es una mujer muy valiente Anna, espero no se le olvide. Tu te pareces a ella.
Sentí mis ojos llenarse de lágrimas pero no lloré. En los últimos 3 meses hablar de mi madre me llenaba de lágrimas los ojos. Pero Claudia tenía razón. Mi mamá era la mujer más valiente del mundo.
—Estaré solo par de horas afuera. Luego vuelvo, tenemos que organizar tres desfiles para las próximas dos semana y discutir sobre la colección sado-masoquista que pediste.
Claudia soltó una carcajada —¿Sado-masoquista? Apuesto la mitad de mi colección de zapatos que eso lo dijo Nathalie —yo me reí con ella—. Esa mujer necesita que un hombre le de una buena…
—¡Claudia! —la detuve antes que dijera una de las suyas— los problemas sexuales de Nathalie son solo de ella.
—Es que escucha lo que dice Anna, parece una vieja puritana y solo tiene 25 años, uno no puede ordenar unas piezas con un poco de cuero y metal porque ya es sado-masoquista. Debería actualizarse.
—Bueno, cuando regrese veremos que tan atrevida es.
—Anna Roses ¿Cuándo yo he hecho un mal negocio?
—Ok, punto para ti. Jamás lo has hecho y sé que este no va a ser el primero. Hablamos cuando regrese.
—Besos a Alicia.
—Seguro.
Cerré la puerta de la oficina y salí de la tienda con miles de pensamientos en mi cabeza. La visita a mi mamá. El pago del crédito. La nueva colección que adquirimos y que debía ser de oro porque costó una fortuna. La nota de prensa con la noticia de Thomas. Esta vez decidí dejar todas mis preocupaciones atrás y quedarme con la fantasía de pasar una noche con Thomas. Ese pensamiento hizo que me quedara con una sonrisa en los labios incluso cuando busqué el auto para ir a la casa de cuidados para enfermos de Alzheimer.

*****
—¡¿Qué estupidez es esta?!
Gritó el famoso actor a su agente cuando vio la nota de prensa en el diario.
—Es la nueva promoción que estoy haciendo para ti, para darte un poco de más interacción con tus fans.
—Robert —el actor se llevó los dedos índice y pulgar al puente de su nariz y cerró los ojos para encontrar algo de calma—. ¿Qué parte de “no quiero más promoción” no entiendes? Estoy atestado de trabajo. Tengo tres guiones en espera, la obra de teatro y en par de semanas empiezo la gira promocional de Enrique VIII. No. Quiero. Más. Promoción.
—Eso lo dices ahora porque estás agobiado Thomas pero cuando los rankings bajen por una u otra razón, tu estarás en la cresta de la ola.
—Yo no soy un maldito surfista para estar en la cresta de la ola. Solo quiero estar en paz por un minuto en mi vida. Quiero poder descansar como una persona normal.
—Thomas tu no eres una persona normal. El día que entraste al teatro y de ahí a la pantalla gigante dejaste de ser normal. Esto es promoción y es parte de mi trabajo, así que cállate y en vez de estar peleando conmigo ve a aprenderte los condenados guiones.
Thomas exhaló profundo —Si no me hicieras ganar cantidades obscenas de dinero, te odiara.
—Lo sé —rió el agente— por eso prefiero que me odies siendo rico y famoso que me ames como un idiota pobre y anónimo. Vamos lárgate.
—Cretino.
—Pelirrojo.
—Touché —rió el actor mientras cerraba la puerta de la oficina de su agente.




Comentarios

  1. ¡Esta muy bien! Me he perdido un poco en la parte de su madre, pero ¡me gusta! La personalidad de Thomas y de ella quedan muy bien marcadas. Lo único es que pones hasta el nombre de la estación, pero no la ciudad =S continúa la historia pronto, estaré esperando!

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  2. Me encantó, felicidades... ya la había leído en Wattpad, pero no te había comentado XD

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  3. Me ha gustado el primer capítulo así que estaré a menudo por aquí. Felicitaciones por la publicación. Un beso grande.

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  4. Hola: Me ha gustado mucho este primer capitulo! Me ha gustado lo que has descripto de como es Anna en un día común, también me ha gustado ver la reacción de Thomas al anuncio de pasar una noche con el, para promoción jajaja
    Bueno ahora iré a leer el segundo capi a ver como sigue...
    Besitos =)

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