Recuerdos, sueños e imaginación
He realizado algunas entrevistas donde me preguntan de donde
salen mis personajes o las situaciones donde se desenvuelven.
Mi respuesta inmediata es la de decir que de la ficción, de
mi cabeza o de un sueño.
Pero analizándolo bien no solo salen de ahí, salen de mi
vida y hasta de mis recuerdos.
Creo que un escritor no puede describir el sabor de un
melocotón si nunca lo ha probado, no importa cuanto haya leído del sabor de mil
especies de melocotones, simplemente no lo puedes describir de igual manera y
el lector lo sabe.
Aunque lo mismo no sucede con los lugares por ejemplo. Un
escritor puede describir un lugar perfectamente sin haber puesto nunca un pié
ahí, aunque siempre tengo la impresión que el lector puede sentir cuando el
escritor ha estado en un sitio y cuando no, no sé quizá son cosas mías.
Estoy segura que cada escritor no solo coloca algo de él
mismo cuando escribe, también estoy segura que pone algo de lo vivido o de lo
sentido.
Hay escenas de libros que son autobiográficas aunque no
hable directamente del escritor, así como hay emociones autobiográficas o
sensaciones autobiográficas.
Cuando un personaje ve al amor de su vida entrar por la
puerta o cuando le rompen el corazón, la mayoría de las veces son sensaciones
narradas más desde el recuerdo que desde la misma imaginería.
Apuesto que el escritor, especialmente si es mujer, ha
experimentado muchas emociones y también apuesto que una escritora ha visto
entrar al “amor de su vida” por la puerta un montón de veces –bueno, a mi me ha
pasado, pero es porque yo soy una enamorada natural, cada año tengo “un amor de
la vida”, y sí, si estoy casada, pero los amores platónicos también valen– sino
¿Como escribo romance si no estoy enamorada? *risas*.
Los recuerdos forman parte importantes de la vida de los
escritores y gracias a estos recuerdos el escritor es capaz de formar hermosas
historias.
Muchas veces cuando siento que estoy baja de inspiración y
siento que nada me ayuda saco mi carta bajo la manga. Mis recuerdos.
Sé que muchos de ellos han cambiado con el tiempo, quizá
recuerdo las cosas diferentes a como en realidad sucedieron, quizá mi versión
no es lo pasó pero son míos y son parte de mis herramientas de trabajo.
Lo más hermoso de mis recuerdos, son las sensaciones que
quizá es lo que más recuerdo de lo que he vivido. Quizá no es la entrada
del “amor de mi vida” pero si cuando el chico que me gustaba en el colegio entraba
al área del cafetín, esa emoción, esa sensación de que el corazón se va a salir
de tu pecho es único e inolvidable y fácilmente transcribible a un texto.
Quizá muchas de nosotras creemos que escribimos escenas que
salen de nuestra imaginación pero si analizamos bien estas escenas salen de
nuestros recuerdos, usualmente esto me pasa mucho con los personajes, le
coloco características de gente conocida y cercana a mi de una u otra manera y
luego que analizo una sonrisa se dibuja en mi rostro al darme cuenta que la
herramienta que utilicé, no fue imaginación si no memoria.
Mi sonrisa se hace más grande cuando agradezco al universo por
tener tan hermosos recuerdos.
@HMoranHayes
www.helenamoranhayes.com.
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Muy buena entrada, Helena :) Realmente de doy la razón, puede que haya un sexto sentido de la persona que, haga percatarse cuando un escritor narra algo que no ha experimentado. Al parecer, los sueños tienen una influencia muy grande en los(as) escritores(as), ya que no es la primera vez que leo algo así.
ResponderEliminarSaludos, linda.
Interesante tu artículo.Es cierto mucho de lo que escribimos lo hemos experimentado en carne propia.
ResponderEliminarPaola, es bueno saber que cada día encuentro más personas que se identifican con mis experiencias y yo con las de ellas.
ResponderEliminarIsabel, gracias! Es así, nuestra "firma" en los libros son nuestras experiencias plasmadas en ellos.
Gracias por escribir :)
¡Muy buen artículo!
ResponderEliminarCariños, Lou.