Coherencia

El papel aguanta todo. Es una afirmación que he leído desde que tengo uso de razón.

Y aunque quizá pueda aceptar que el papel lo aguanta todo, debo decir que el lector no.

En estos tiempos los escritores nos enfrentamos a una crisis económica que hacen que las editoriales sean mucho más estrictas con el material que reciben pero también hacen a nuestros lectores mucho más estrictos con lo que leen.

La literatura romántica ha cambiado muchísimo de unos 20 años para acá. Las mujeres ya no se creen el cuento de la protagonista sumisa que hace todo por el hombre que ama. O el hombre macho, macho que tiene total y completo dominio sobre la mujer.

Incluso la novela romántica histórica ha cambiado no importa si es el siglo XVII o XVIII,  y así vaya en contra las reglas de la historia, las protagonistas de estas novelas son fuertes e independientes.

Así como nuestros lectores no van a aguantar una novela contemporánea quedada en el pasado, tampoco se van a aguantar una novela incoherente.

Y toda esta introducción es para decirles que estoy traumatizada. Sí. No tengo otra palabra para describir como me siento ante el libro que estoy leyendo.

No solo es incoherente. Es absurdo. No voy a decir su nombre pero voy a dar algunos desastres que espero no cometer como escritora.

Ante todo voy a decir como en los programas de opinión. El blog no se hace responsable ante todo lo que yo escriba y estos comentarios son estrictamente personales.

No soy una lectora profesional aunque muy pasional y para mí un libro no tiene que ser una gran obra literaria para que me guste, si no, tiene que ver reflejada la pasión y el compromiso del escritor en él. Porque créanme, eso se siente.

El libro –del cual no voy a dar nombre-  se desenvuelve en un castillo en Escocia en los años 1700 y tanto pero la protagonista es del año 2300 y tanto que ha viajado en el tiempo con una “agencia de viaje intergaláctica”. O sea está mezclando, romance histórico con ciencia ficción.

El viaje se da porque ella trabaja para una empresa que da felicidad pero no a través del sexo o los sentimientos. Es como una psicóloga del futuro pero tiene el poder de percibir los sentimientos de los demás. Y cuando llega al castillo ¿De quién se enamora? Pues de un vampiro que vive en el castillo, que tiene todos los poderes que la escritora se pudo imaginar.

 Ahí se desenvuelven situaciones tan absurdas que van desde “perturbadores cósmicos” hasta mujeres que secuestran vampiros para tener sus poderes e inmortalidad.

Es un espagueti literario que no solo te pierde, te decepcionas porque hay un momento que me pregunto con que más va a salir esta escritora.

Igual me pasó con una saga de libros que me leí antes y en las páginas se podía leer clarmanete que la escritora no planificaba, así como se le iban ocurriendo los eventos, así los iba escribiendo. Y aunque la idea era muy buena y lo confieso, me leí los 5 libros de la saga, a medida que avanzaba me podía dar cuenta que los sucesos no eran planificados.

No estoy diciendo que tienes que llevar una agenda específica de todo lo que va a suceder pero, vamos, solo sé coherente. Has que el lector crea lo que escribes.

Para mí una de los secretos de la lectura fgantástica es que yo pueda llegar a creer que lo que ocurre en el libro, así sea una historia de vampiros, zombies, hadas o extraterrestres, me pueda pasar a mí.

He ahí el secreto de un buen libro, que entiendas al protagonista, que en algún momento te pongas en su lugar y que creas ­–o quieras– que lo que le sucede a ella o él, te suceda a ti.

Como todo en la vida ficción o realidad, para que sea verosimil, hay que tener coherencia.

 Un abrazo y nos leemos la próxima semana

@HMH_Escritora
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Seamos coherentes en la vida y en el papel